15 no hay nada fuera del hombre que al entrar en él pueda contaminarlo; sino que lo que sale de adentro del hombre es lo que contamina al hombre.
16 Si alguno tiene oídos para oír, que oiga.
17 Y cuando dejó a la multitud y entró en la casa, sus discípulos le preguntaron acerca de la parábola.
18 Y El les dijo<***>: ¿También vosotros sois tan faltos de entendimiento? ¿No comprendéis que todo lo que de afuera entra al hombre no le puede contaminar,
19 porque no entra en su corazón, sino en el estómago, y se elimina? (Declarando así limpios todos los alimentos.)
20 Y decía: Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre.
21 Porque de adentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, fornicaciones, robos, homicidios, adulterios,
22 avaricias, maldades, engaños, sensualidad, envidia, calumnia, orgullo e insensatez.
23 Todas estas maldades de adentro salen, y contaminan al hombre.
24 Levantándose de allí, se fue a la región de Tiro , y entrando en una casa, no quería que nadie lo supiera, pero no pudo pasar inadvertido;
25 sino que enseguida, al oír hablar de El, una mujer cuya hijita tenía un espíritu inmundo, fue y se postró a sus pies.
26 La mujer era gentil , sirofenicia de nacimiento; y le rogaba que echara fuera de su hija al demonio.
27 Y El le decía: Deja que primero los hijos se sacien, pues no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos.
28 Pero ella respondió y le dijo<***>: Es cierto, Señor; pero aun los perrillos debajo de la mesa comen las migajas de los hijos.
29 Y El le dijo: Por esta respuesta, vete; el demonio ha salido de tu hija.
30 Cuando ella volvió a su casa, halló que la niña estaba acostada en la cama, y que el demonio había salido.
31 Volviendo a salir de la región de Tiro, pasó por Sidón y llegó al mar de Galilea, atravesando la región de Decápolis.
32 Y le trajeron<***> a uno que era sordo y que hablaba con dificultad, y le rogaron<***> que pusiera la mano sobre él.
33 Entonces Jesús, tomándolo aparte de la multitud, a solas, le metió los dedos en los oídos, y escupiendo, le tocó la lengua con la saliva;
34 y levantando los ojos al cielo, suspiró profundamente y le dijo<***>: ¡Effatá!, esto es: ¡Abrete!
35 Y al instante se abrieron sus oídos, y desapareció el impedimento de su lengua, y hablaba con claridad.
36 Y Jesús les ordenó que a nadie se lo dijeran; pero mientras más se lo ordenaba, tanto más ellos lo proclamaban.
37 Y se asombraron en gran manera, diciendo: Todo lo ha hecho bien; aun a los sordos hace oír y a los mudos hablar.

English Standard Version ESV

Mark 7:15 There is nothing outside a person that by going into him can defile him, but the things that come out of a person are what defile him."

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Marcos 7:15 Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; mas lo que sale de él, aquello es lo que contamina al hombre

King James Version KJV

Mark 7:15 There is nothing from without a man, that entering into him can defile him: but the things which come out of him, those are they that defile the man.

New King James Version NKJV

Mark 7:15 There is nothing that enters a man from outside which can defile him; but the things which come out of him, those are the things that defile a man.

Nueva Traducción Viviente NTV

Marcos 7:15 Lo que entra en el cuerpo no es lo que los contamina; ustedes se contaminan por lo que sale de su corazón»
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Nueva Versión Internacional NVI

Marcos 7:15 Nada de lo que viene de afuera puede contaminar a una persona. Más bien, lo que sale de la persona es lo que la contamina.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Marcos 7:15 Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar: mas lo que sale de él, aquello es lo que contamina al hombre.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Marcos 7:15 Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; mas lo que sale de él, aquello es lo que contamina al hombre.

Herramientas de Estudio para Marcos 7:15-37