5
Llevaron, pues, al frente de la tienda de reunión lo que Moisés había ordenado, y toda la congregación se acercó y permaneció de pie delante del SEÑOR.
6
Y Moisés dijo: Esto es lo que el SEÑOR ha mandado que hagáis, para que la gloria del SEÑOR se aparezca a vosotros.
7
Entonces Moisés dijo a Aarón: Acércate al altar y presenta tu ofrenda por el pecado y tu holocausto, para que hagas expiación por ti mismo y por el pueblo; luego presenta la ofrenda por el pueblo, para que puedas hacer expiación por ellos, tal como el SEÑOR ha ordenado.
8
Se acercó, pues, Aarón al altar y degolló el becerro de la ofrenda por el pecado que era por sí mismo.
9
Y los hijos de Aarón le presentaron la sangre; y él mojó su dedo en la sangre, puso parte de ella sobre los cuernos del altar, y derramó el resto de la sangre al pie del altar.
10
Después quemó sobre el altar el sebo, los riñones y el lóbulo del hígado de la ofrenda por el pecado, tal como el SEÑOR había ordenado a Moisés.
11
Sin embargo, la carne y la piel las quemó en el fuego fuera del campamento.
12
Luego degolló el holocausto; y los hijos de Aarón le dieron la sangre y la roció sobre el altar, por todos los lados.
13
Y le dieron el holocausto en pedazos, con la cabeza, y los quemó sobre el altar.
14
Lavó también las entrañas y las patas, y las quemó con el holocausto sobre el altar.
15
Luego presentó la ofrenda por el pueblo, y tomó el macho cabrío para la ofrenda por el pecado que era por el pueblo, lo degolló y lo ofreció por los pecados, como el primero.