18
Pero cuando se levanta en alto, se burla del caballo y de su jinete.
19
¿Das tú al caballo su fuerza? ¿Revistes su cuello de crin?
20
¿Le haces saltar como la langosta? Terrible es su formidable resoplido;
21
escarba en el valle, y se regocija en su fuerza; sale al encuentro de las armas.
22
Se burla del temor y no se acobarda, ni retrocede ante la espada.
23
Resuena contra él la aljaba, la lanza reluciente y la jabalina.
24
Con ímpetu y furor corre sobre la tierra; y no se está quieto al sonido de la trompeta.
25
Cada vez que la trompeta suena, como que dice: "¡Ea!", y desde lejos olfatea la batalla, las voces atronadoras de los capitanes y el grito de guerra.
26
¿Acaso por tu sabiduría se eleva el gavilán, extendiendo sus alas hacia el sur?
27
¿Acaso a tu mandato se remonta el águila y hace en las alturas su nido?
28
En la peña mora y se aloja, sobre la cima del despeñadero, lugar inaccesible.
29
Desde allí acecha la presa; desde muy lejos sus ojos la divisan.
30
Sus polluelos chupan la sangre; y donde hay muertos, allí está ella.