16
En cuanto a ti, no ruegues por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración, ni intercedas ante mí, porque no te oiré.
17
¿No ves lo que ellos hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén?
18
Los hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego, las mujeres preparan la masa para hacer tortas a la reina del cielo, y derraman libaciones a otros dioses para ofenderme.
19
¿Me ofenden a mí?declara el SEÑOR ¿No es a sí mismos que se ofenden para su propia verguenza?
20
Por tanto, así dice el Señor DIOS: He aquí, mi ira y mi furor serán derramados sobre este lugar, sobre los hombres y sobre los animales, sobre los árboles del campo y sobre el fruto de la tierra; arderá y no se apagará.
21
Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: Añadid vuestros holocaustos a vuestros sacrificios y comed la carne.
22
Porque yo no hablé a vuestros padres, ni les ordené nada en cuanto a los holocaustos y sacrificios, el día que los saqué de la tierra de Egipto.
23
Sino que esto es lo que les mandé, diciendo: "Escuchad mi voz y yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo, y andaréis en todo camino que yo os envíe para que os vaya bien.
24
Mas ellos no escucharon ni inclinaron su oído, sino que anduvieron en sus propias deliberaciones y en la terquedad de su malvado corazón, y fueron hacia atrás y no hacia adelante.
25
Desde el día que vuestros padres salieron de la tierra de Egipto hasta hoy, os he enviado a todos mis siervos los profetas, madrugando cada día y enviándolos.
26
Pero no me escucharon ni inclinaron su oído, sino que endurecieron su cerviz e hicieron peor que sus padres.