2
Porque si en vuestra sinagoga entra algún varón que trae anillo de oro, vestido de preciosa ropa, y también entra un pobre vestido de vestidura vil
3
y tuviereis respeto al que trae la vestidura preciosa, y le dijereis: Siéntate tú aquí bien; y dijereis al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí debajo de mi estrado
4
¿vosotros no juzgáis en vosotros mismos, y sois hechos jueces de pensamientos malos
5
Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe, y herederos del Reino que prometió a los que le aman
6
Mas vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos con tiranía, y ellos os llevan con violencia a los juzgados
7
¿No blasfeman ellos el buen nombre que es invocado sobre vosotros
8
Si en verdad cumplís vosotros la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis
9
pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y sois acusados de la ley como rebeldes
10
Porque cualquiera que hubiere guardado toda la ley, y ofendiere en un punto, es hecho culpable de todos
11
Porque el que dijo: No cometerás adulterio; también ha dicho: No cometerás homicidio. Y, si no hubieres cometido adulterio, pero hubieres cometido homicidio, ya eres hecho transgresor de la Ley
12
Así hablad, y así obrad, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad
13
Porque juicio sin misericordia será hecho con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia se gloría contra el juicio
14
Hermanos míos, ¿qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene las obras? ¿Por ventura esta tal fe le podrá salvar
15
Y si el hermano o la hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día
16
y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les diereis las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿qué les aprovechará
17
Así también la fe, si no tuviere las obras, es muerta en sí misma
18
Mas alguno dirá: Tú tienes la fe, y yo tengo las obras; muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras
19
Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan
20
¿Mas oh hombre vano, quieres saber que la fe sin obras es muerta
21
¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro Padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar
22
¿No ves que la fe obró con sus obras, y que la fe fue completa por las obras