5 Porque mientras vivíamos en la carne, los afectos de los pecados que eran por la ley, obraban en nuestros miembros fructificando a muerte
6 Pero ahora somos libres de la ley de la muerte en la cual estábamos detenidos, para que sirvamos en novedad de Espíritu, y no en vejez de letra
7 ¿Qué pues diremos? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque (tampoco) conocería la concupiscencia, si la ley no dijera: No codiciarás
8 Entonces el pecado, cuando hubo ocasión, obró en mí por el mandamiento toda concupiscencia. Porque sin la ley el pecado estaba como adormecido
9 Así que, yo sin la ley vivía por algún tiempo; mas venido el mandamiento, el pecado revivió, y yo morí
10 y hallé que el mismo mandamiento, que era para vida, para mí era mortal
11 porque el pecado, habida ocasión, me engañó por el mandamiento, y por él me mató
12 De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, y justo, y bueno
13 ¿Luego lo que es bueno, a mí me es hecho muerte? No; sino el pecado, que para mostrarse pecado por lo bueno, me obró la muerte, haciéndose pecado sobremanera pecaminoso por el mandamiento
14 Porque ya sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido a sujeción del pecado
15 Porque lo que cometo, no lo entiendo; y ni el (bien) que quiero, hago; antes lo que aborrezco, aquello hago
16 Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena
17 De manera que ya yo no obro aquello, sino el pecado que mora en mí
18 Y yo sé que en mí (es a saber, en mi carne) no mora el bien, porque tengo el querer, mas efectuar el bien no lo alcanzo
19 Porque no hago el bien que quiero; pero el mal que no quiero, éste hago
20 Y si hago lo que no quiero, ya no obro yo, sino el pecado que mora en mí
21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: Que el mal me es propio
22 Porque con el hombre interior, me deleito con la ley de Dios
23 mas veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros
24 ¡Miserable hombre de mí! ¿Quién me librará del cuerpo de esta muerte
25 La gracia de Dios, por Jesús, el Cristo, Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, pero con la carne a la ley del pecado

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Romanos 7:5 Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas despertadas por la ley, actuaban en los miembros de nuestro cuerpo a fin de llevar fruto para muerte.

English Standard Version ESV

Romans 7:5 For while we were living in the flesh, our sinful passions, aroused by the law, were at work in our members to bear fruit for death.

King James Version KJV

Romans 7:5 For when we were in the flesh, the motions of sins, which were by the law, did work in our members to bring forth fruit unto death.

New King James Version NKJV

Romans 7:5 For when we were in the flesh, the sinful passions which were aroused by the law were at work in our members to bear fruit to death.

Nueva Traducción Viviente NTV

Romanos 7:5 Cuando vivíamos controlados por nuestra vieja naturaleza,
los deseos pecaminosos actuaban dentro de nosotros y la ley despertaba esos malos deseos que producían una cosecha de acciones pecaminosas, las cuales nos llevaban a la muerte.

Nueva Versión Internacional NVI

Romanos 7:5 Porque cuando nuestra naturaleza pecaminosa aún nos dominaba, las malas pasiones que la ley nos despertaba actuaban en los miembros de nuestro cuerpo, y dábamos fruto para muerte.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Romanos 7:5 Porque mientras estábamos en la carne, los afectos de los pecados que eran por la ley, obraban en nuestros miembros fructificando para muerte.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Romanos 7:5 Porque mientras éramos en la carne, los afectos de los pecados que eran por la ley, obraban en nuestros miembros fructificando a muerte.

Herramientas de Estudio para Romanos 7:5-25