3 Por tanto, las cosas que dijisteis en tinieblas, a la luz serán oídas; y lo que hablasteis al oído en los aposentos, será pregonado en los tejados
4 Mas os digo, amigos míos: No temáis de los que matan el cuerpo, y después no tienen más que hacer
5 Mas os enseñaré a quién temáis: temed a aquel que después de ser matado, tiene potestad de echar en el infierno; así os digo: a éste temed
6 ¿No se venden cinco pajarillos por dos blancas? Pues ni uno de ellos está olvidado de Dios
7 Y aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis pues; de más estima sois que muchos pajarillos
8 Y os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del hombre le confesará delante de los ángeles de Dios
9 mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios
10 Y todo aquel que dice palabra contra el Hijo del Hombre, hay perdón para él; mas al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado
11 Y cuando os trajeren a las sinagogas, y a los magistrados y potestades, no estéis solícitos cómo o qué hayáis de responder, o qué habréis de decir
12 porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que será necesario decir
13 Y le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia
14 Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me puso por juez o partidor sobre vosotros
15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee
16 Y les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había llevado muchos frutos
17 y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿qué haré, porque no tengo dónde juntar mis frutos
18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis alfolíes, y los edificaré mayores, y allí juntaré todos mis frutos y mis bienes
19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes almacenados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate
20 Y le dijo Dios: Necio, esta noche vuelven a pedir tu alma; y lo que has prevenido, ¿de quién será
21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico en Dios
22 Y dijo a sus discípulos: Por tanto os digo: No estéis afanosos de vuestra vida, qué comeréis; ni del cuerpo, qué vestiréis
23 La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido
24 Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen cillero, ni alfolí; y Dios los alimenta. ¿Cuánto de más estima sois vosotros que las aves
25 ¿Y quién de vosotros podrá con su afán añadir a su estatura un codo
26 Pues si no podéis aun lo que es menos, ¿para qué estaréis afanosos de lo demás
27 Considerad los lirios, cómo crecen; no labran, ni hilan; y os digo, que ni Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos
28 Y si así viste Dios a la hierba, que hoy está en el campo, y mañana es echada en el horno; ¿cuánto más a vosotros, los de poca fe
29 Vosotros, pues, no procuréis qué tengáis de comer, o qué tengáis de beber; ni andéis elevados
30 Porque todas estas cosas buscan los gentiles del mundo; que vuestro Padre sabe que necesitáis estas cosas
31 Mas procurad el Reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas
32 No temáis, manada pequeña; porque al Padre ha placido daros el Reino
33 Vended lo que poseéis, y dad limosna {lit. hacer actos de misericordia}; haceos bolsas que no se envejecen, tesoro en los cielos que nunca falta; donde ladrón no llega, ni polilla corrompe
34 Porque donde está vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón
35 Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas
36 y vosotros semejantes a hombres que esperan cuando su señor ha de volver de las bodas; para que cuando viniere, y tocare, luego le abran
37 Bienaventurados aquellos siervos, a los cuales cuando el Señor viniere, hallare velando; de cierto os digo, que él se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y pasando les servirá
38 Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, y los hallare así, bienaventurados son los tales siervos
39 Pero esto sabed, que si supiera el padre de familia a qué hora había de venir el ladrón, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa
40 Vosotros pues también, estad apercibidos; porque a la hora que no pensáis, el Hijo del hombre vendrá
41 Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos
42 Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente, al cual el señor pondrá sobre su familia, para que a tiempo les dé su ración
43 Bienaventurado aquel siervo, al cual, cuando el señor viniere, hallare haciendo así

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Lucas 12:3 Por lo cual, todo lo que habéis dicho en la oscuridad se oirá a la luz, y lo que habéis susurrado en las habitaciones interiores, será proclamado desde las azoteas.

English Standard Version ESV

Luke 12:3 Therefore whatever you have said in the dark shall be heard in the light, and what you have whispered in private rooms shall be proclaimed on the housetops.

King James Version KJV

New King James Version NKJV

Luke 12:3 Therefore whatever you have spoken in the dark will be heard in the light, and what you have spoken in the ear in inner rooms will be proclaimed on the housetops.

Nueva Traducción Viviente NTV

Lucas 12:3 Todo lo que hayan dicho en la oscuridad se oirá a plena luz, y todo lo que hayan susurrado a puerta cerrada, ¡se gritará desde los techos para que todo el mundo lo oiga!

Nueva Versión Internacional NVI

Lucas 12:3 Así que todo lo que ustedes han dicho en la oscuridad se dará a conocer a plena luz, y lo que han susurrado a puerta cerrada se proclamará desde las azoteas.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Lucas 12:3 Por tanto, las cosas que dijisteis en tinieblas, á la luz serán oídas; y lo que hablasteis al oído en las cámaras, será pregonado en los terrados.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Lucas 12:3 Por tanto, las cosas que dijisteis en tinieblas, a la luz serán oídas; y lo que hablasteis al oído en los aposentos, será pregonado en los tejados.

Herramientas de Estudio para Lucas 12:3-43