Josué 2:1
Y Josué, hijo de Nun, envió desde Sitim dos varones espías secretamente, diciéndoles: Andad, considerad la tierra, y a Jericó. Los cuales fueron, y entraron en casa de una mujer ramera que se llamaba Rahab, y posaron allí
La Biblia de las Américas (Español) BLA
Josué 2:1
Y Josué, hijo de Nun, envió secretamente desde Sitim a dos espías, diciendo: Id, reconoced la tierra, especialmente Jericó. Fueron, pues, y entraron en la casa de una ramera que se llamaba Rahab, y allí se hospedaron.
English Standard Version ESV
Joshua 2:1
And Joshua the son of Nun sent two men secretly from Shittim as spies, saying, "Go, view the land, especially Jericho." And they went and came into the house of a prostitute whose name was Rahab and lodged there.
Joshua 2:1
Now Joshua the son of Nun sent out two men from Acacia Grove to spy secretly, saying, "Go, view the land, especially Jericho." So they went, and came to the house of a harlot named Rahab, and lodged there.
Nueva Traducción Viviente NTV
Josué 2:1
Rahab protege a los espías Luego Josué envió en secreto a dos espías desde el campamento israelita que estaba en la arboleda de Acacias y les dio la siguiente instrucción: «Exploren bien la tierra que está al otro lado del río Jordán, especialmente alrededor de la ciudad de Jericó». Entonces los dos hombres salieron y llegaron a la casa de una prostituta llamada Rahab y pasaron allí la noche.
Nueva Versión Internacional NVI
Josué 2:1
Luego Josué hijo de Nun envió secretamente, desde Sitín, a dos espías con la siguiente orden: «Vayan a explorar la tierra, especialmente Jericó». Cuando los espías llegaron a Jericó, se hospedaron en la casa de una prostituta llamada Rajab.
La Biblia Reina-Valera (Español) RVR
Josué 2:1
Y JOSUÉ, hijo de Nun, envió desde Sittim dos espías secretamente, diciéndoles: Andad, reconoced la tierra, y á Jericó. Los cuales fueron, y entráronse en casa de una mujer ramera que se llamaba Rahab, y posaron allí.
Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV
Josué 2:1
Y Josué, hijo de Nun, envió desde Sitim dos varones espías secretamente, diciéndoles: Andad, considerad la tierra, y a Jericó. Los cuales fueron, y entraron en casa de una mujer ramera que se llamaba Rahab, y posaron allí.