11
Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; que por ventura no venga, y me hiera, la madre con los hijos
12
Y tú has dicho: Yo te haré bien, y pondré tu simiente como la arena del mar, que no se puede contar por la multitud
13
Y durmió allí aquella noche, y tomó de lo que le vino a la mano un presente para su hermano Esaú
14
Doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros
15
treinta camellas paridas, con sus hijos, cuarenta vacas y diez novillos, veinte asnas y diez borricos
16
Y lo entregó en mano de sus siervos, cada manada de por sí; y dijo a sus siervos: Pasad delante de mí, y poned espacio entre manada y manada
17
Y mandó al primero, diciendo: Si Esaú mi hermano te encontrare, y te preguntare, diciendo: ¿De quién eres? ¿Y adónde vas? ¿Y para quién es esto que llevas delante de ti
18
Entonces dirás: Presente es de tu siervo Jacob, que envía a mi señor Esaú; y he aquí también él viene tras nosotros
19
Y mandó también al segundo, y al tercero, y a todos los que iban tras aquellas manadas, diciendo: Conforme a esto hablaréis a Esaú, cuando le hallareis
20
Y diréis también: He aquí tu siervo Jacob viene tras nosotros. Porque dijo: Reconciliaré su ira con el presente que va delante de mí, y después veré su rostro; por ventura le seré acepto
21
Y pasó el presente delante de él; y él durmió aquella noche en el campamento
22
Y se levantó aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y sus dos siervas, y sus once hijos, y pasó el vado de Jaboc
23
Los tomó, pues, y les hizo pasar el arroyo, y pasó lo que tenía
24
Y se quedó Jacob solo, y luchó con él un varón, hasta que el alba subía
25
Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó la palma de su muslo, la palma del muslo de Jacob se descoyuntó luchando con él
26
Y dijo: Déjame, que el alba sube. Y él dijo: No te dejaré, si no me bendices
27
Y él le dijo: ¿Cómo es tu nombre? Y él respondió: Jacob
28
Y él dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has peleado con Dios y con los hombres, y has vencido
29
Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y él respondió: ¿Por qué preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí
30
Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar Peniel; porque vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma
31
Y le salió el sol cuando pasaba a Peniel; y cojeaba de su muslo