16
No seas demasiado justo, ni seas sabio en exceso. ¿Por qué has de destruirte?
17
No seas demasiado impío, ni seas necio. ¿Por qué has de morir antes de tu tiempo?
18
Bueno es que retengas esto sin soltar aquello de tu mano; porque el que teme a Dios se sale con todo ello.
19
La sabiduría hace más fuerte al sabio que diez gobernantes que haya en una ciudad.
20
Ciertamente no hay hombre justo en la tierra que haga el bien y nunca peque.
21
Tampoco tomes en serio todas las palabras que se hablan, no sea que oigas a tu siervo maldecirte.
22
Porque tú también te das cuenta que muchas veces has maldecido a otros de la misma manera.
23
Todo esto probé con sabiduría, y dije: Seré sabio; pero eso estaba lejos de mí.
24
Está lejos lo que ha sido, y en extremo profundo. ¿Quién lo descubrirá?
25
Dirigí mi corazón a conocer, a investigar y a buscar la sabiduría y la razón, y a reconocer la maldad de la insensatez y la necedad de la locura.
26
Y hallé más amarga que la muerte a la mujer cuyo corazón es lazos y redes, cuyas manos son cadenas. El que agrada a Dios escapará de ella, pero el pecador será por ella apresado.
27
Miradice el Predicadorhe descubierto esto, agregando una cosa a otra para hallar la razón,
28
que mi alma está todavía buscando mas no ha hallado: He hallado a un hombre entre mil, pero mujer entre todas éstas no he hallado.
29
Mira, sólo esto he hallado: que Dios hizo rectos a los hombres, pero ellos se buscaron muchas artimañas.