29
Ojalá que fueran sabios, que comprendieran esto, que discernieran su futuro.
30
¿Cómo pudiera uno perseguir a mil, y dos hacer huir a diez mil, si su Roca no los hubiera vendido, y el SEÑOR no los hubiera entregado?
31
En verdad, su roca no es como nuestra Roca; aun nuestros mismos enemigos así lo juzgan.
32
Porque su vid es de la vid de Sodoma y de los campos de Gomorra; sus uvas son uvas venenosas, sus racimos, amargos.
33
Su vino es veneno de serpientes, y ponzoña mortal de cobras.
34
"¿No tengo yo esto guardado conmigo, sellado en mis tesoros?
35
"Mía es la venganza y la retribución; a su tiempo el pie de ellos resbalará, porque el día de su calamidad está cercano, ya se precipita lo que les está preparado."
36
Porque el SEÑOR vindicará a su pueblo y tendrá compasión de sus siervos, cuando vea que su fuerza se ha ido, y que nadie queda, ni siervo ni libre.
37
Dirá El entonces: "¿Dónde están sus dioses, la roca en que buscaban refugio,
38
los que comían la grosura de sus sacrificios, y bebían el vino de su libación? ¡Que se levanten y os ayuden! ¡Que sean ellos vuestro refugio!
39
"Ved ahora que yo, yo soy el Señor, y fuera de mí no hay dios. Yo hago morir y hago vivir. Yo hiero y yo sano, y no hay quien pueda librar de mi mano.