4
Bendito el fruto de tu vientre, el producto de tu suelo, el fruto de tu ganado, el aumento de tus vacas y las crías de tus ovejas.
5
Benditas serán tu canasta y tu artesa.
6
Bendito serás cuando entres, y bendito serás cuando salgas.
7
El SEÑOR hará que los enemigos que se levanten contra ti sean derrotados delante de ti; saldrán contra ti por un camino y huirán delante de ti por siete caminos.
8
El SEÑOR mandará que la bendición sea contigo en tus graneros y en todo aquello en que pongas tu mano, y te bendecirá en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.
9
Te establecerá el SEÑOR como pueblo santo para sí, como te juró, si guardas los mandamientos del SEÑOR tu Dios y andas en sus caminos.
10
Entonces verán todos los pueblos de la tierra que sobre ti es invocado el nombre del SEÑOR; y te temerán.
11
Y el SEÑOR te hará abundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu ganado y en el producto de tu suelo, en la tierra que el SEÑOR juró a tus padres que te daría.
12
Abrirá el SEÑOR para ti su buen tesoro, los cielos, para dar lluvia a tu tierra a su tiempo y para bendecir toda la obra de tu mano; y tú prestarás a muchas naciones, pero no tomarás prestado.
13
Y te pondrá el SEÑOR a la cabeza y no a la cola, sólo estarás encima y nunca estarás debajo, si escuchas los mandamientos del SEÑOR tu Dios que te ordeno hoy, para que los guardes cuidadosamente;
14
no te desvíes de ninguna de las palabras que te ordeno hoy, ni a la derecha ni a la izquierda, para ir tras otros dioses y servirles.
15
Pero sucederá que si no obedeces al SEÑOR tu Dios, guardando todos sus mandamientos y estatutos que te ordeno hoy, vendrán sobre ti todas estas maldiciones y te alcanzarán:
16
Maldito serás en la ciudad, y maldito serás en el campo.
17
Malditas serán tu canasta y tu artesa.
18
Maldito el fruto de tu vientre y el producto de tu suelo, el aumento de tu ganado y las crías de tu rebaño.
19
Maldito serás cuando entres y maldito serás cuando salgas.
20
Enviará el SEÑOR sobre ti maldición, confusión y censura en todo lo que emprendas, hasta que seas destruido y hasta que perezcas rápidamente, a causa de la maldad de tus hechos, porque me has abandonado.
21
El SEÑOR hará que la peste se te pegue hasta que te haya consumido de sobre la tierra adonde vas a entrar para poseerla.
22
Te herirá el SEÑOR de tisis, de fiebre, de inflamación y de gran ardor, con la espada , con tizón y con añublo; y te perseguirán hasta que perezcas.
23
Y el cielo que está encima de tu cabeza será de bronce, y la tierra que está debajo de ti, de hierro.
24
Y el SEÑOR hará que la lluvia de tu tierra sea polvo y ceniza; descenderá del cielo sobre ti hasta que seas destruido.