7
Toda tú eres hermosa, amada mía, y no hay defecto en ti.
8
Ven conmigo desde el Líbano, esposa mía, ven conmigo desde el Líbano. Baja desde la cumbre del Amaná, desde la cumbre del Senir y del Hermón, desde las guaridas de leones, desde los montes de leopardos.
9
Has cautivado mi corazón, hermana mía, esposa mía; has cautivado mi corazón con una sola mirada de tus ojos, con una sola hebra de tu collar.
10
¡Cuán hermosos son tus amores, hermana mía, esposa mía! ¡Cuánto mejores tus amores que el vino, y la fragancia de tus unguentos que todos los bálsamos!
11
Miel virgen destilan tus labios, esposa mía, miel y leche hay debajo de tu lengua, y la fragancia de tus vestidos es como la fragancia del Líbano.
12
Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa mía, huerto cerrado, fuente sellada.
13
Tus renuevos son paraíso de granados, con frutas escogidas, alheña y nardos,
14
nardo y azafrán, cálamo aromático y canela, con todos los árboles de incienso, mirra y áloes, con todos los mejores bálsamos.
15
Tú eres fuente de huertos, pozo de aguas vivas, y corrientes que fluyen del Líbano. LA ESPOSA:
16
Despierta, viento del norte, y ven, viento del sur; haced que mi huerto exhale fragancia, que se esparzan sus aromas. Entre mi amado en su huerto y coma sus mejores frutas. EL ESPOSO: