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Y sucedió al cabo de los veinte años, en los cuales Salomón había edificado las dos casas, la casa del SEÑOR y la casa del rey
11
(Hiram, rey de Tiro, había proporcionado a Salomón maderas de cedro y de ciprés y oro conforme a todo su deseo), que el rey Salomón dio a Hiram veinte ciudades en la tierra de Galilea.
12
Y salió Hiram de Tiro para ver las ciudades que Salomón le había dado, y no le gustaron.
13
Y dijo: ¿Qué son estas ciudades que me has dado, hermano mío? Por eso fueron llamadas tierra de Cabul hasta hoy.
14
Hiram había enviado al rey ciento veinte talentos de oro.
15
Y este es el motivo de la leva que el rey Salomón impuso para edificar la casa del SEÑOR, su propia casa, el Milo , el muro de Jerusalén, Hazor, Meguido y Gezer.
16
Pues Faraón, rey de Egipto, había subido y capturado Gezer, le había prendido fuego, había matado a los cananeos que habitaban en la ciudad, y la había dado en dote a su hija, la mujer de Salomón.
17
Y Salomón reconstruyó Gezer y Bet-horón de abajo,
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y Baalat y Tadmor en el desierto, en la tierra de Judá,
19
y todas las ciudades de almacenaje que Salomón tenía, y las ciudades de sus carros y las ciudades para sus hombres de a caballo, y todo lo que Salomón quiso edificar en Jerusalén, en el Líbano y en toda la tierra de su dominio.
20
A todo el pueblo que había quedado de los amorreos, heteos, ferezeos, heveos y jebuseos, que no eran de los hijos de Israel,