25
Fue adversario de Israel durante todos los días de Salomón, además de la maldad hecha por Hadad; y aborreció a Israel y reinó sobre Aram.
26
Y Jeroboam, hijo de Nabat, un efrateo de Sereda, cuya madre, una mujer viuda, se llamaba Zerúa, era siervo de Salomón y se rebeló contra el rey.
27
Y esta fue la causa por la cual se rebeló contra el rey: Salomón había edificado el Milo y cerrado la brecha de la ciudad de su padre David.
28
Este Jeroboam era guerrero valiente, y cuando Salomón vio que el joven era industrioso, lo puso al frente de todo el trabajo forzado de la casa de José.
29
Y sucedió en aquel tiempo que cuando Jeroboam salió de Jerusalén, el profeta Ahías silonita lo encontró en el camino. Ahías se había puesto un manto nuevo y los dos estaban solos en el campo.
30
Entonces Ahías tomó el manto nuevo que llevaba sobre sí, lo rasgó en doce pedazos,
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y dijo a Jeroboam: Toma para ti diez pedazos; porque así dice el SEÑOR, Dios de Israel: "He aquí, arrancaré el reino de la mano de Salomón y a ti te daré diez tribus
32
(pero él tendrá una tribu, por amor a mi siervo David y por amor a Jerusalén, la ciudad que he escogido de entre todas las tribus de Israel),
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porque me han abandonado, y han adorado a Astoret, diosa de los sidonios, a Quemos, dios de Moab, y a Milcom, dios de los hijos de Amón, y no han andado en mis caminos, para hacer lo recto delante de mis ojos y guardar mis estatutos y mis ordenanzas, como lo hizo su padre David.
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"Sin embargo, no quitaré todo el reino de su mano, sino que lo haré príncipe todos los días de su vida, por amor a mi siervo David a quien escogí, el cual guardó mis mandamientos y mis estatutos;
35
pero quitaré el reino de mano de su hijo y te lo daré a ti, es decir, las diez tribus.