11
El consejo del SEÑOR permanecerá para siempre; los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.
12
Bienaventurada la gente de que el SEÑOR es su Dios; el pueblo a quien escogió por heredad para sí.
13
Desde los cielos miró el SEÑOR; vio a todos los hijos de Adán.
14
Desde la morada de su asiento miró sobre todos los moradores de la tierra.
15
El formó el corazón de todos ellos; el considera todas sus obras.
16
El rey no es salvo con la multitud del ejército; no escapa el valiente con la mucha fuerza.
17
Vanidad es el caballo para la salud; con la grandeza de su fuerza no librará.
18
He aquí, el ojo del SEÑOR sobre los que le temen, sobre los que esperan su misericordia;
19
para librar sus almas de la muerte, y para darles vida en el hambre.
20
Nuestra alma esperó al SEÑOR; nuestra ayuda y nuestro escudo es él.
21
Por tanto en él se alegrará nuestro corazón, porque en el Nombre de su santidad hemos confiado.