18
Partieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.
19
Mas tú, SEÑOR, no te alejes; fortaleza mía, apresúrate para mi ayuda.
20
Libra de la espada mi alma; del poder del perro mi vida.
21
Sálvame de la boca del león, y de los cuernos de los unicornios líbrame.
22
Anunciaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré.
23
Los que teméis al SEÑOR, alabadle; toda la simiente de Jacob glorificadle; y temed de él, toda la simiente de Israel.
24
Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre en espíritu , ni de él escondió su rostro; y cuando clamó a él, le oyó.
25
De ti será mi alabanza en la grande congregación; mis votos pagaré delante de los que le temen.
26
Comerán los humildes, y serán saciados; alabarán al SEÑOR los que le buscan; vivirá vuestro corazón para siempre.
27
Se acordarán, y se volverán al SEÑOR todos los términos de la tierra; y se humillarán delante de ti todas las familias de los gentiles.
28
Porque del SEÑOR es el reino; y él se enseñoreará de los gentiles.
29
Comerán y adorarán todos los gruesos de la tierra; delante de él se arrodillarán todos los que descienden al polvo, y ninguno puede vivificar su propio alma.
30
La simiente le servirá; será contada al SEÑOR por generación.
31
Vendrán, y anunciarán al pueblo que naciere, su justicia que él hizo.