7
Cuando fuere juzgado, salga impío; y su oración sea para pecado.
8
Sean sus días pocos; tome otro su oficio.
9
Sean sus hijos huérfanos, y su mujer viuda.
10
Y anden sus hijos vagabundos, y mendiguen; y procuren de sus desiertos.
11
Enrede el acreedor todo lo que tiene, y extraños saqueen su trabajo.
12
No tenga quien le haga misericordia; ni haya quien tenga compasión de sus huérfanos.
13
Su posteridad sea talada; en segunda generación sea raído su nombre.
14
Venga en memoria cerca del SEÑOR la maldad de sus padres, y el pecado de su madre no sea borrado.
15
Estén siempre delante del SEÑOR, y él corte de la tierra su memoria.
16
Por cuanto no se acordó de hacer misericordia, y persiguió al varón pobre en espíritu , y menesteroso, y quebrantado de corazón, para matarlo.
17
Y amó la maldición, y ésta le sobrevino; y no quiso la bendición, y ella se alejó de él.
18
Y se vistió de maldición como de su vestido, y entró como agua en sus entrañas, y como aceite en sus huesos.
19
Séale como vestido con que se cubra, y en lugar del cinto con que se ciña siempre.
20
Este sea el pago de parte del SEÑOR de los que me calumnian, y de los que hablan mal contra mi alma.
21
Y tú, oh DIOS el Señor, haz conmigo por amor de tu Nombre: Líbrame, porque tu misericordia es buena.
22
Porque yo soy pobre y necesitado; y mi corazón está herido dentro de mí.
23
Como la sombra cuando declina me voy; soy arrebatado del viento como langosta.
24
Mis rodillas están debilitadas a causa del ayuno, y mi carne desfallecida por falta de gordura.
25
Yo he sido para ellos objeto de oprobio; me miraban, y meneaban su cabeza.
26
Ayúdame, SEÑOR Dios mío; sálvame conforme a tu misericordia.
27
Y entiendan que esta es tu mano; que tú, el SEÑOR, has hecho esto .
28
Maldigan ellos, y bendice tú; levántense, mas sean avergonzados; y tu siervo sea alegrado.
29
Sean vestidos de vergüenza los que me calumnian; y sean cubiertos de su confusión como con un manto.
30
Yo alabaré al SEÑOR en gran manera con mi boca, y le loaré en medio de muchos.
31
Porque él se pondrá a la diestra del pobre en espíritu , para librar su alma de los que le juzgan.