19
Hasta la hora que llegó su palabra, el dicho del SEÑOR le purificó.
20
Envió el rey, y le soltó; el señor de los pueblos, y le desató.
21
Lo puso por señor de su casa, y por enseñoreador en toda su posesión;
22
para echar presos sus príncipes como él quisiese, y enseñó sabiduría a sus ancianos.
23
Después entró Israel en Egipto, y Jacob fue extranjero en la tierra de Cam.
24
Y multiplicó su pueblo en gran manera, y lo hizo más fuerte que sus enemigos.
25
Volvió el corazón de ellos para que aborreciesen a su pueblo, para que pensasen mal contra sus siervos.
26
Envió a su siervo Moisés, y a Aarón al cual escogió.
27
Puso en ellos las palabras de sus señales, y sus prodigios en la tierra de Cam.
28
Echó tinieblas, e hizo oscuridad; y no fueron rebeldes a su palabra.
29
Volvió sus aguas en sangre, y mató sus peces.
30
Engendró ranas su tierra, ranas en las camas de sus mismos reyes.
31
Dijo, y vinieron enjambres de moscas , y piojos en todo su término.
32
Volvió sus lluvias en granizo; en fuego de llamas en su tierra.
33
E hirió sus viñas y sus higueras, y quebró los árboles de su término.
34
Dijo, y vinieron langostas, y pulgón sin número;
35
y comieron toda la hierba de su tierra, y comieron el fruto de su tierra.
36
Hirió además a todos los primogénitos en su tierra, el principio de toda su fuerza.
37
Y los sacó con plata y oro; y no hubo en sus tribus enfermo.
38
Egipto se alegró en su salida; porque había caído sobre ellos su terror.
39
Extendió una nube por cubierta, y fuego para alumbrar la noche.