8
Misericordioso y clemente es el SEÑOR; lento para la ira, y grande en misericordia.
9
No contenderá para siempre, ni para siempre guardará el enojo .
10
No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades; ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.
11
Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen.
12
Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.
13
Como el padre tiene misericordia de los hijos, tiene misericordia el SEÑOR de los que le temen.
14
Porque él conoce nuestra condición; se acuerda que somos polvo.
15
El varón, como la hierba son sus días, florece como la flor del campo,
16
que pasó el viento por ella, y pereció; y su lugar no la conoce más.
17
Mas la misericordia del SEÑOR desde el siglo y hasta el siglo sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos;
18
sobre los que guardan su pacto, y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.