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en el día que juzgará Dios lo encubierto de los hombres, conforme a mi Evangelio, por Jesús el Cristo.
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He aquí, tú te llamas por sobrenombre judío; y estás apoyado en la ley, y te glorías en Dios,
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y sabes su voluntad y apruebas lo mejor, instruido por la ley;
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y confías que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas,
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enseñador de los que no saben, maestro de niños, que tienes la forma de la ciencia y de la verdad en la ley.
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Tú pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? ¿Tú, que predicas que no se ha de hurtar, hurtas?
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¿Tú, que dices que no se ha de adulterar, adulteras? ¿Tú, que abominas los ídolos, cometes sacrilegio?
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¿Tú, que te jactas de la ley, con rebelión a la ley deshonras a Dios?
24
Porque el Nombre de Dios es blasfemado por medio de vosotros entre los gentiles, como está escrito.
25
Porque la circuncisión en verdad aprovecha, si guardares la ley; pero si eres rebelde a la ley, tu circuncisión es hecha prepucio.
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De manera que, si el incircunciso guardare las justicias de la ley, ¿no será tenido su prepucio por circuncisión?