11
Porque deseo veros, para repartir con vosotros algún don espiritual, para confirmaros;
12
para ser juntamente consolado con vosotros por la común fe, vuestra y mía.
13
Pero no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los otros gentiles.
14
A griegos y a bárbaros, a sabios y a no sabios soy deudor.
15
Así que, en cuanto a mí, presto estoy a anunciar el Evangelio también a los que estáis en Roma.
16
Porque no me avergüenzo del Evangelio del Cristo, porque es potencia de Dios para dar salud a todo aquel que cree; al judío primeramente y también al griego.
17
Porque en él la justicia de Dios se descubre de fe en fe. Como está escrito: Mas el justo vivirá por la fe.
18
Porque manifiesta es la ira de Dios del cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, que detienen la verdad con injusticia;
19
porque lo que de Dios se conoce, a ellos es manifiesto; porque Dios se lo manifestó.
20
Porque las cosas invisibles de él; su eterna potencia y divinidad, se ven entendidas por la creación del mundo, y por las cosas que son hechas, para que no haya excusa;
21
porque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias; antes se desvanecieron en sus fantasías, y el tonto corazón de ellos fue entenebrecido.