2 enlazado eres con las palabras de tu boca, y preso con las razones de tu boca.
3 Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, porque has caído en la mano de tu prójimo; ve, humíllate, y esfuerza tu prójimo.
4 No des sueño a tus ojos, ni a tus párpados adormecimiento.
5 Escápate como la gacela de la mano del cazador , y como el ave de la mano del parancero.
6 Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio;
7 la cual no teniendo capitán, ni gobernador, ni señor,
8 prepara en el verano su comida y en el tiempo de la siega allega su mantenimiento.
9 Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño?
10 Tomando un poco de sueño, cabeceando otro poco, y cruzado los brazos otro poco para volver a dormir;
11 así vendrá tu necesidad como caminante, y tu pobreza como hombre de escudo.
12 El hombre perverso es varón inicuo, anda en perversidad de boca;
13 guiña con sus ojos, habla con sus pies, enseña con sus dedos;
14 perversidades hay en su corazón, anda pensando mal en todo tiempo; enciende rencillas.
15 Por tanto su calamidad vendrá de repente; súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio.
16 Seis cosas aborrece el SEÑOR, y aun siete abomina su alma:
17 Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente,
18 el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal,
19 el testigo falso que habla mentiras, y el que enciende rencillas entre los hermanos.
20 Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no dejes la ley de tu madre;
21 átala siempre en tu corazón, enlázala a tu cuello.
22 Te guiará cuando anduvieres; cuando durmieres te guardará; hablará contigo cuando despertares.
23 Porque el mandamiento es candela, y la enseñanza luz; y camino de vida las reprensiones del castigo;
24 para que te guarden de la mala mujer, de la blandura de la lengua de la extraña.
25 No codicies su hermosura en tu corazón, ni ella te prenda con sus ojos;
26 porque a causa de la mujer ramera es reducido el hombre a un bocado de pan; y la mujer caza la preciosa alma del varón.
27 ¿Tomará el hombre fuego en su seno, sin que sus vestidos se quemen?
28 ¿Andará el hombre sobre las brasas, sin que sus pies se quemen?
29 Así el que entrare a la mujer de su prójimo; no será sin culpa cualquiera que la tocare.
30 No tienen en poco al ladrón, aún cuando hurtare para saciar su alma teniendo hambre;
31 tomado, paga siete veces; da toda la sustancia de su casa.
32 Mas el que comete adulterio con la mujer, es falto de corazón; corrompe su alma el que tal hace.
33 Plaga y vergüenza hallará; y su afrenta nunca será raída.
34 Porque el celo sañudo del varón no perdonará en el día de la venganza;
35 no tendrá respeto a ninguna redención; ni querrá perdonar, aunque multipliques el cohecho.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Proverbios 6:2 si te has enredado con las palabras de tu boca, si con las palabras de tu boca has sido atrapado,

English Standard Version ESV

Proverbs 6:2 if you are snared in the words of your mouth, caught in the words of your mouth,

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Proverbios 6:2 enlazado eres con las palabras de tu boca, y preso con las razones de tu boca

King James Version KJV

Proverbs 6:2 Thou art snared with the words of thy mouth, thou art taken with the words of thy mouth.

New King James Version NKJV

Proverbs 6:2 You are snared by the words of your mouth; You are taken by the words of your mouth.

Nueva Traducción Viviente NTV

Proverbios 6:2 si quedaste atrapado por el acuerdo que hiciste
y estás enredado por tus palabras,

Nueva Versión Internacional NVI

Proverbios 6:2 si te has comprometido verbalmente,enredándote con tus propias palabras,

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Proverbios 6:2 Enlazado eres con las palabras de tu boca, Y preso con las razones de tu boca.

Herramientas de Estudio para Proverbios 6:2-35