1
Hijo mío, si salieres fiador por tu amigo, si prometiste al extraño,
2
enlazado eres con las palabras de tu boca, y preso con las razones de tu boca.
3
Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, porque has caído en la mano de tu prójimo; ve, humíllate, y esfuerza tu prójimo.
4
No des sueño a tus ojos, ni a tus párpados adormecimiento.
5
Escápate como la gacela de la mano del cazador , y como el ave de la mano del parancero.
6
Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio;
7
la cual no teniendo capitán, ni gobernador, ni señor,
8
prepara en el verano su comida y en el tiempo de la siega allega su mantenimiento.