2
Como bramido de cachorro de león es el miedo del rey; el que lo hace enojar, peca contra su alma.
3
Honra es del hombre dejarse de contienda; mas todo loco se envolverá en ella .
4
El perezoso no ara a causa del invierno; pedirá, pues, en la siega, y no hallará .
5
Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre; mas el hombre entendido lo alcanzará a sacar .
6
Muchos hombres publican cada uno su misericordia; mas varón de verdad, ¿quién lo hallará?
7
El justo que camina en su integridad, bienaventurados serán sus hijos después de él.
8
El rey que se sienta en el trono de juicio, con su mirar disipa todo mal.
9
¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón; limpio estoy de mi pecado?
10
Doble pesa y doble medida, abominación son al SEÑOR ambas cosas.
11
Aun el niño es conocido por sus obras, si su obra fuere limpia y recta.
12
El oído que oye, y el ojo que ve; el SEÑOR hizo ambas cosas.