16
Para librarte de la mujer extraña, de la ajena que halaga con sus palabras;
17
que desampara el príncipe de su juventud, y se olvida del pacto de su Dios.
18
Por lo cual su casa está inclinada a la muerte, y sus veredas van hacia los muertos.
19
Todos los que a ella entraren, no volverán, ni tomarán las veredas de la vida.
20
Para que andes por el camino de los buenos, y guardes las veredas de los justos.
21
Porque los rectos habitarán la tierra, y los perfectos permanecerán en ella;
22
mas los impíos serán cortados de la tierra, y los prevaricadores serán de ella desarraigados.