18
La suerte pone fin a los pleitos, y desparte los fuertes.
19
El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte; y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar.
20
Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; se saciará del producto de sus labios.
21
La muerte y la vida están en poder de la lengua; y el que la ama comerá de sus frutos.
22
El que halló esposa halló el bien, y alcanzó la benevolencia del SEÑOR.
23
El pobre habla con ruegos; mas el rico responde durezas.
24
El hombre que tiene amigos, ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano.