5
Mas el SEÑOR es Dios de los ejércitos; el SEÑOR es su memorial.
6
Tú, pues, conviértete a tu Dios; guarda misericordia y juicio, y en tu Dios espera siempre.
7
Es mercader que tiene en su mano peso falso, amador de opresión.
8
Y dijo Efraín: Ciertamente yo he enriquecido, he hallado riquezas para mí; nadie hallará en mí iniquidad, ni pecado en todos mis trabajos.
9
Pero yo soy el SEÑOR tu Dios desde la tierra de Egipto; aún te haré morar en tiendas, como en los días de la fiesta.
10
Y hablé por los profetas, y yo aumenté las visiones, y por mano de los profetas puse semejanzas.
11
¿Es Galaad iniquidad? Ciertamente vanidad son; en Gilgal sacrificaron bueyes; y aún son sus altares como montones en los surcos del campo.
12
Mas Jacob huyó a tierra de Aram, y sirvió Israel por su mujer, y por su mujer fue pastor.
13
Y por profeta hizo subir el SEÑOR a Israel de Egipto, y por profeta fue guardado.
14
Enojó Efraín a Dios con amarguras; por tanto, su sangre se derramará sobre él, y su Señor le pagará su oprobio.