8
Y a los hijos de Israel hablarás, diciendo: Cuando alguno muriere sin hijo, traspasaréis su herencia a su hija;
9
y si no tuviere hija, daréis su herencia a sus hermanos;
10
y si no tuviere hermanos, daréis su herencia a los hermanos de su padre.
11
Y si su padre no tuviere hermanos, daréis su herencia a su pariente más cercano de su linaje, el cual la herederá; y será a los hijos de Israel por ley de derecho, como el SEÑOR mandó a Moisés.
12
Y el SEÑOR dijo a Moisés: Sube a este monte Abarim, y verás la tierra que he dado a los hijos de Israel.
13
Y después que la hayas visto, tú también serás reunido a tus pueblos, como fue reunido tu hermano Aarón.
14
Pues fuisteis rebeldes a mi dicho en el desierto de Zin, en la rencilla de la congregación, para santificarme en las aguas a ojos de ellos. Estas son las aguas de Meriba de Cades en el desierto de Zin.
15
Entonces respondió Moisés al SEÑOR, diciendo:
16
Ponga el SEÑOR, Dios de los espíritus de toda carne, varón sobre la congregación,
17
que salga delante de ellos, y que entre delante de ellos, que los saque y los introduzca; para que la congregación del SEÑOR no sea como ovejas sin pastor.
18
Y el SEÑOR dijo a Moisés: Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él;
19
y lo pondrás delante de Eleazar el sacerdote, y delante de toda la congregación; y le darás mandamientos en presencia de ellos.
20
Y pondrás de tu resplandor sobre él, para que toda la congregación de los hijos de Israel le oiga.
21
Y él estará delante de Eleazar el sacerdote, y a él preguntará por el juicio del Urim delante del SEÑOR; por el dicho de él saldrán, y por el dicho de él entrarán, él, y todos los hijos de Israel con él, y toda la congregación.
22
Y Moisés hizo como el SEÑOR le había mandado; que tomó a Josué, y le puso delante de Eleazar el sacerdote, y de toda la congregación;
23
y puso sobre él sus manos, y le dio mandamientos, como el SEÑOR había mandado por mano de Moisés.