3
Y tendrán tú guarda, y la guarda de todo el tabernáculo; mas no llegarán a los vasos santos ni al altar, para que no mueran ellos y vosotros.
4
Se juntarán, pues , contigo, y tendrán la guarda del tabernáculo del testimonio en todo el servicio del tabernáculo; y ningún extraño se llegará a vosotros.
5
Y tendréis la guarda del santuario, y la guarda del altar, para que no venga más la ira sobre los hijos de Israel.
6
Porque he aquí, yo he tomado a vuestros hermanos los levitas de entre los hijos de Israel, dados a vosotros en don del SEÑOR, para que sirvan en el ministerio del tabernáculo del testimonio.
7
Mas tú y tus hijos contigo guardaréis vuestro sacerdocio en todo negocio del altar, y del velo adentro, y ministraréis; porque yo os he dado en don el servicio de vuestro sacerdocio; y el extraño que se acercare, morirá.
8
Dijo más el SEÑOR a Aarón: He aquí yo te he dado también la guarda de mis ofrendas; todas las cosas consagradas de los hijos de Israel te he dado por razón de la unción, y a tus hijos, por estatuto perpetuo.
9
Esto será tuyo de la ofrenda de las cosas santas, reservadas del fuego; toda ofrenda de ellos, todo presente suyo, y toda expiación por el pecado de ellos, que me han de presentar, será cosa muy santa para ti y para tus hijos.
10
En el santuario la comerás; todo varón comerá de ella; cosa santa será para ti.
11
Esto también será tuyo: la ofrenda elevada de sus dones. Todas las ofrendas mecidas de los hijos de Israel, he dado a ti, y a tus hijos, y a tus hijas contigo, por estatuto de siglo; todo limpio en tu casa comerá de ellas.
12
De aceite, de mosto, y de trigo, todo lo más escogido, las primicias de ello, que presentarán al SEÑOR, a ti las he dado.
13
Las primicias de todas las cosas de la tierra de ellos, las cuales traerán al SEÑOR, serán tuyas; todo limpio en tu casa comerá de ellas.