10
En el santuario la comerás; todo varón comerá de ella; cosa santa será para ti.
11
Esto también será tuyo: la ofrenda elevada de sus dones. Todas las ofrendas mecidas de los hijos de Israel, he dado a ti, y a tus hijos, y a tus hijas contigo, por estatuto de siglo; todo limpio en tu casa comerá de ellas.
12
De aceite, de mosto, y de trigo, todo lo más escogido, las primicias de ello, que presentarán al SEÑOR, a ti las he dado.
13
Las primicias de todas las cosas de la tierra de ellos, las cuales traerán al SEÑOR, serán tuyas; todo limpio en tu casa comerá de ellas.
14
Todo anatema en Israel será tuyo.
15
Todo lo que abriere matriz en toda carne que ofrecerán al SEÑOR, así de hombres como de animales, será tuyo; mas has de hacer redimir el primogénito del hombre; también harás redimir el primogénito de animal inmundo.
16
Y de un mes harás efectuar su redención, conforme a tu estimación, por el precio de cinco siclos, al siclo del santuario, que es de veinte óbolos.
17
Mas el primogénito de vaca, y el primogénito de oveja, y el primogénito de cabra, no redimirás; santificados son; la sangre de ellos rociarás sobre el altar, y quemarás la grosura de ellos, ofrenda encendida es para el SEÑOR en olor grato.
18
Y la carne de ellos será tuya; como el pecho de la mecedura y como la espaldilla derecha, será tuya.
19
Todas las ofrendas elevadas de las cosas santas, que los hijos de Israel ofrecieren al SEÑOR, las he dado para ti, y para tus hijos y para tus hijas contigo, por estatuto perpetuo; pacto de sal perpetuo es delante del SEÑOR para ti y para tu simiente contigo.
20
Y el SEÑOR dijo a Aarón: De la tierra de ellos no tendrás heredad, ni entre ellos tendrás parte. Yo soy tu parte y tu heredad en medio de los hijos de Israel.