8
Y aconteció que el día siguiente vino Moisés al tabernáculo del testimonio; y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había brotado, y echado flores, y arrojado renuevos, y producido almendras.
9
Entonces Moisés sacó todas las varas de delante del SEÑOR a todos los hijos de Israel; y ellos lo vieron, y tomaron cada uno su vara.
10
Y el SEÑOR dijo a Moisés: Vuelve la vara de Aarón delante del testimonio, para que se guarde por señal a los hijos rebeldes; y harás cesar sus quejas de sobre mí, para que no mueran.
11
E hizo Moisés como le mandó el SEÑOR, así hizo.
12
Entonces los hijos de Israel hablaron a Moisés, diciendo: He aquí nosotros somos muertos, perdidos somos, todos nosotros somos perdidos.
13
Cualquiera que se acercare, el que viniere al tabernáculo del SEÑOR morirá: ¿acabaremos por perecer todos?