38
Este es el Primero y el Grande Mandamiento.
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Y el Segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
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De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
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Y estando juntos los fariseos, Jesús les preguntó,
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diciendo: ¿Qué os parece del Cristo? ¿De quién es Hijo? Le dicen ellos: De David.
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El les dice: ¿Pues cómo David en Espíritu lo llama Señor, diciendo:
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Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra y entre tanto que pongo tus enemigos por estrado de tus pies?
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Pues si David lo llama Señor, ¿cómo es su Hijo?
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Y nadie le podía responder palabra. Ni osó alguno desde aquel día preguntarle más.