23
Y tomando el vaso, habiendo hecho gracias, les dio; y bebieron de él todos.
24
Y les dice: Esto es mi sangre del Nuevo Testamento, que por muchos es derramada.
25
De cierto os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta aquel día, cuando lo beberé nuevo en el Reino de Dios.
26
Y cuando hubieron cantado el himno, se salieron al Monte de las Olivas.
27
Jesús entonces les dice: Todos seréis escandalizados en mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y serán derramadas las ovejas.
28
Mas después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.
29
Entonces Pedro le dijo: Aunque todos sean escandalizados, yo no.
30
Y le dice Jesús: De cierto te digo hoy, en esta noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, tú me negarás tres veces.
31
Mas él con mayor porfía decía: Si me fuere menester morir contigo, no te negaré. También todos decían lo mismo.
32
Y vienen al lugar que se llama Getsemaní, y dice a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que yo oro.
33
Y toma consigo a Pedro y a Jacobo y a Juan, y comenzó a atemorizarse, y a angustiarse.