43
¿Y de dónde esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?
44
Porque he aquí, cuando llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
45
Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirán las cosas que le fueron dichas de parte del Señor.
46
Entonces María dijo: engrandece mi alma al Señor;
47
Y mi espíritu se alegró en Dios mi Salud,
48
porque miró a la bajeza de su criada; Porque he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones.
49
Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; y santo es su Nombre.
50
Y su misericordia de generación a generación a los que le temen.
51
Hizo valentía con su brazo; esparció los soberbios del pensamiento de su corazón.
52
Quitó los poderosos de los tronos, y levantó a los humildes.
53
A los hambrientos colmó de bienes; y a los ricos envió vacíos.
54
Recibió a Israel su criado, acordándose de la misericordia.
55
Como habló a nuestros padres, a Abraham y a su simiente para siempre.
56
Y se quedó María con ella como tres meses; después se volvió a su casa.
57
Y a Elisabet se le cumplió el tiempo de su alumbramiento, y dio a luz un hijo.
58
Y oyeron los vecinos y los parientes que Dios había hecho con ella grande misericordia, y se alegraron con ella.
59
Y aconteció, que al octavo día vinieron para circuncidar al niño; y le llamaban con el nombre de su padre, Zacarías.
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Y respondiendo su madre, dijo: No; sino Juan será llamado.
61
Y le dijeron: ¿Por qué ? Nadie hay en tu parentela que se llame con este nombre.
62
Y hablaron por señas a su padre, cómo le quería llamar.
63
Y demandando la tablilla, escribió, diciendo: Juan es su nombre. Y todos se maravillaron.