10
Y los ancianos de Galaad respondieron a Jefté: el SEÑOR oiga entre nosotros, si no hiciéremos como tú dices.
11
Entonces Jefté vino con los ancianos de Galaad, y el pueblo lo eligió por su cabeza y príncipe; y Jefté habló todas sus palabras delante del SEÑOR en Mizpa.
12
Y envió Jefté embajadores al rey de los amonitas, diciendo: ¿Qué tienes tú conmigo que has venido a mí para hacer guerra en mi tierra?
13
Y el rey de los amonitas respondió a los embajadores de Jefté: Por cuanto Israel tomó mi tierra, cuando subió de Egipto, desde Arnón hasta Jaboc y el Jordán; por tanto, devuélvela ahora en paz.
14
Y Jefté volvió a enviar otros embajadores al rey de los amonitas,
15
diciéndole: Jefté ha dicho así: Israel no tomó tierra de Moab, ni tierra de los hijos de Amón;
16
mas subiendo Israel de Egipto, anduvo por el desierto hasta el mar Bermejo, y llegó a Cades.
17
Entonces Israel envió embajadores al rey de Edom, diciendo: Yo te ruego que me dejes pasar por tu tierra. Mas el rey de Edom no los escuchó. Envió también al rey de Moab; el cual tampoco quiso; se quedó por tanto Israel en Cades.
18
Después , yendo por el desierto, rodeó la tierra de Edom y la tierra de Moab, y viniendo por donde nace el sol a la tierra de Moab, asentó su campamento al otro lado de Arnón, y no entraron por el término de Moab; porque Arnón término es de Moab.
19
Y envió Israel embajadores a Sehón rey de los amorreos, rey de Hesbón, diciéndole: Te ruego que me dejes pasar por tu tierra hasta mi lugar.
20
Mas Sehón no se fió de Israel para darle paso por su término; antes juntando Sehón todo su pueblo, puso campamento en Jahaza, y peleó contra Israel.
21
Pero el SEÑOR Dios de Israel entregó a Sehón y a todo su pueblo en mano de Israel, y los venció; y poseyó Israel toda la tierra del amorreo que habitaba en aquella tierra.
22
Poseyeron también todo el término del amorreo desde Arnón hasta Jaboc, y desde el desierto hasta el Jordán.
23
Así que el SEÑOR el Dios de Israel echó los amorreos delante de su pueblo Israel; ¿y lo has de poseer tú?
24
Si Quemos tu dios te echase alguno, ¿no lo poseerías tú? Así, poseeremos nosotros a todo aquel que echó el SEÑOR nuestro Dios de delante de nosotros.
25
¿Eres tú ahora en algo mejor que Balac hijo de Zipor, rey de Moab? ¿Por ventura tuvo él cuestión contra Israel? ¿Por ventura hizo guerra contra ellos?
26
Además, Israel ha estado habitando por trescientos años a Hesbón y sus aldeas, a Aroer y sus aldeas, y todas las ciudades que están a los términos de Arnón, ¿por qué no las habéis recobrado en ese tiempo?
27
Así que, yo nada he pecado contra ti, mas tú haces mal conmigo haciéndome guerra; el SEÑOR, que es el juez, juzgue hoy entre los hijos de Israel y los hijos de Amón.
28
Mas el rey de los hijos de Amón no oyó las razones de Jefté que le envió.
29
Y el Espíritu del SEÑOR fue sobre Jefté; y pasó por Galaad y Manasés, y de allí pasó a Mizpa de Galaad, y de Mizpa de Galaad pasó a los hijos de Amón.
30
Y Jefté hizo voto al SEÑOR, diciendo: Si entregares a los amonitas en mis manos,