19
Y el SEÑOR estaba con Judá, quien echó a los de las montañas; mas no pudo echar a los que habitaban en los llanos, los cuales tenían carros herrados.
20
Y dieron Hebrón a Caleb, como Moisés había dicho; y él echó de allí tres hijos de Anac.
21
Mas al jebuseo que habitaba en Jerusalén, no lo echaron los hijos de Benjamín, y así el jebuseo habitó con los hijos de Benjamín en Jerusalén hasta hoy.
22
También los de la casa de José subieron a Bet-el; y el SEÑOR estaba con ellos.
23
Y los de la casa de José pusieron espías en Bet-el. (La ciudad antes se llamaba Luz.)
24
Y los que espiaban vieron un hombre que salía de la ciudad, y le dijeron: Muéstranos ahora la entrada de la ciudad, y haremos contigo misericordia.
25
Y él les mostró la entrada a la ciudad, y la hirieron a filo de espada; mas dejaron a aquel hombre con toda su familia.
26
Y el hombre se fue a la tierra de los heteos, y edificó una ciudad, a la cual llamó Luz; y éste es su nombre hasta hoy.
27
Tampoco Manasés echó a los de Bet-seán, ni a los de sus aldeas, ni a los de Taanac y sus aldeas, ni a los que habitaban en Dor y en sus aldeas, ni a los que habitaban en Ibleam y en sus aldeas, ni a los que habitaban en Meguido y en sus aldeas; mas el cananeo quiso habitar en esta tierra.
28
Pero cuando Israel tomó fuerzas hizo al cananeo tributario, mas no lo echó.
29
Tampoco Efraín echó al cananeo que habitaba en Gezer; antes habitó el cananeo en medio de él en Gezer.