21
Y los príncipes les dijeron: Vivan; mas sean leñadores y aguadores para toda la congregación, como los príncipes les han dicho.
22
Y llamándolos Josué, les habló diciendo: ¿Por qué nos habéis engañado, diciendo, Habitamos muy lejos de vosotros; una vez que moráis en medio de nosotros?
23
Vosotros pues ahora sois malditos, y no faltará de vosotros siervo, y quien corte la leña y saque el agua para la casa de mi Dios.
24
Y ellos respondieron a Josué, y dijeron: Como fue dado a entender a tus siervos, que el SEÑOR tu Dios había mandado a Moisés su siervo que os había de dar la tierra, y que había de destruir todos los moradores de la tierra delante de vosotros, por esto temimos en gran manera de vosotros por nuestras vidas, e hicimos esto.
25
Ahora pues, henos aquí en tu mano; lo que te pareciere bueno y recto hacer de nosotros, hazlo.
26
Y él lo hizo así; que los libró de la mano de los hijos de Israel, para que no los matasen.
27
Y Josué los constituyó aquel día por leñadores y aguadores para la congregación y para el altar del SEÑOR, en el lugar que él escogiese; lo que son hasta hoy.