10
Y los sacerdotes que llevaban el arca se pararon en medio del Jordán, hasta tanto que se acabó todo lo que el SEÑOR había mandado a Josué que hablase al pueblo, conforme a todas las cosas que Moisés había mandado a Josué; y el pueblo se dio prisa y pasó.
11
Y cuando todo el pueblo acabó de pasar, pasó también el arca del SEÑOR, y los sacerdotes, en presencia del pueblo.
12
También los hijos de Rubén y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés, pasaron armados delante de los hijos de Israel, según Moisés les había dicho.
13
Como cuarenta mil hombres armados a punto pasaron hacia la campiña de Jericó delante del SEÑOR a la guerra.
14
En aquel día el SEÑOR engrandeció a Josué en ojos de todo Israel; y le temieron, como habían temido a Moisés, todos los días de su vida.
15
Y el SEÑOR habló a Josué, diciendo:
16
Manda a los sacerdotes que llevan el arca del testimonio, que suban del Jordán.
17
Y Josué mandó a los sacerdotes, diciendo: Subid del Jordán.
18
Y aconteció que cuando los sacerdotes que llevaban el arca del pacto del SEÑOR, subieron del medio del Jordán, y las plantas de los pies de los sacerdotes estuvieron en seco, las aguas del Jordán se volvieron a su lugar, corriendo como antes sobre todos sus bordes.
19
Y el pueblo subió del Jordán el diez del mes primero, y asentaron el campamento en Gilgal, al lado oriental de Jericó.
20
Y Josué erigió en Gilgal las doce piedras que habían traído del Jordán.
21
Y habló a los hijos de Israel, diciendo: Cuando mañana preguntaren vuestros hijos a sus padres, y dijeren: ¿Qué os significan estas piedras?
22
Declararéis a vuestros hijos, diciendo: Israel pasó en seco por este Jordán.
23
Porque el SEÑOR vuestro Dios secó las aguas del Jordán delante de vosotros, hasta que habíais pasado, a la manera que el SEÑOR vuestro Dios lo había hecho en el mar Bermejo, al cual secó delante de nosotros hasta que pasamos;
24
para que todos los pueblos de la tierra conozcan la mano del SEÑOR, que es fuerte; para que temáis al SEÑOR vuestro Dios todos los días.