2
Y dijo Josué a todo el pueblo: Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: Vuestros padres habitaron antiguamente al otro lado del río, es a saber , Taré, padre de Abraham y de Nacor; y servían a dioses extraños.
3
Y yo tomé a vuestro padre Abraham del otro lado del río, y lo traje por toda la tierra de Canaán, y aumenté su generación, y le di a Isaac.
4
Y a Isaac di a Jacob y a Esaú; y a Esaú di el monte de Seir, que lo poseyese; mas Jacob y sus hijos descendieron a Egipto.
5
Y yo envié a Moisés y a Aarón, y herí a Egipto, al modo que lo hice en medio de él, y después os saqué.
6
Y saqué a vuestros padres de Egipto; y cuando llegaron al mar, los egipcios siguieron a vuestros padres hasta el mar Bermejo con carros y caballería.
7
Y cuando ellos clamaron al SEÑOR, él puso oscuridad entre vosotros y los egipcios, e hizo venir sobre ellos el mar, el cual los cubrió; y vuestros ojos vieron lo que hice en Egipto. Después estuvisteis muchos días en el desierto.
8
Y os introduje en la tierra de los amorreos, que habitaban al otro lado del Jordán, los cuales pelearon contra vosotros; mas yo los entregué en vuestras manos, y poseisteis su tierra, y los destruí de delante de vosotros.
9
Y se levantó después Balac hijo de Zipor, rey de los moabitas, y peleó contra Israel; y envió a llamar a Balaam hijo de Beor, para que os maldijese.
10
Mas yo no quise escuchar a Balaam, antes os bendijo repetidamente, y os libré de sus manos.
11
Y pasado el Jordán, vinisteis a Jericó; y los señores de Jericó pelearon contra vosotros: los amorreos, ferezeos, cananeos, heteos, gergeseos, heveos, y jebuseos; y yo los entregué en vuestras manos.
12
Y envié avispas delante de vosotros, los cuales los echaron de delante de vosotros, a saber , a los dos reyes de los amorreos; no con tu espada, ni con tu arco.