11
Esparce furores de tu ira; y mira a todo soberbio, y abátelo.
12
Mira a todo soberbio, y próstralo, y quebranta a los impíos en su asiento.
13
Encúbrelos a todos en el polvo, venda sus rostros en la oscuridad;
14
y yo también te confesaré que podrá salvarte tu diestra.
15
He aquí ahora behemot, al cual yo hice contigo; hierba come como buey.
16
He aquí ahora que su fuerza está en sus lomos, y su fortaleza en el ombligo de su vientre.
17
Su cola mueve como un cedro, y los nervios de sus genitales son entretejidos.
18
Sus huesos son fuertes como acero, y sus miembros como barras de hierro.
19
El es la cabeza de los caminos de Dios; el que lo hizo, acercará de él su cuchillo.
20
Ciertamente los montes llevan renuevo para él; y toda bestia del campo retoza allá.
21
Se echará debajo de las sombras, en lo oculto de las cañas, y de los lugares húmedos.