9
Sus casas seguras de temor, ni hay azote de Dios sobre ellos.
10
Sus vacas conciben, no abortan; paren sus vacas, y no malogran su cría.
11
Salen sus chiquitos como manada de ovejas, y sus hijos andan saltando.
12
Al son de tamboril y cítara saltan, y se regocijan al son del órgano.
13
Gastan sus días en bien, y en un momento descienden a la sepultura.
14
Dicen pues a Dios: Apártate de nosotros, que no queremos el conocimiento de tus caminos.
15
¿Quién es el Todopoderoso, para que le sirvamos? ¿Y de qué nos aprovechará que oremos a él?
16
He aquí que su bien no está en manos de ellos; el consejo de los impíos lejos esté de mí.
17
¡Oh cuántas veces el candil de los impíos es apagado, y viene sobre ellos su contrición, y con su ira Dios les reparte dolores!
18
Serán como la paja delante del viento, y como el tamo que arrebata el torbellino.
19
Dios guardará para los hijos de ellos su violencia; y le dará su pago, para que conozca.