11
Y toda esta tierra será puesta en soledad, en espanto; y servirán estos gentiles al rey de Babilonia setenta años.
12
Y será que, cuando fueren cumplidos los setenta años, visitaré sobre el rey de Babilonia y sobre aquella gente su maldad, dijo el SEÑOR, y sobre la tierra de los caldeos; y yo la pondré en desiertos para siempre.
13
Y traeré sobre aquella tierra todas mis palabras que he hablado contra ella, con todo lo que está escrito en este libro, profetizado por Jeremías contra todos los gentiles.
14
Porque se servirán también de ellos muchas naciones, y reyes grandes; y yo les pagaré conforme a sus hechos, y conforme a la obra de sus manos.
15
Porque así me dijo el SEÑOR Dios de Israel: Toma de mi mano el vaso del vino de este furor, y da a beber de él a todos los gentiles a los cuales yo te envío.
16
Y beberán, y temblarán, y enloquecerán delante del cuchillo que yo envío entre ellos.
17
Y tomé el vaso de la mano del SEÑOR, y di de beber a todos los gentiles a los cuales me envió el SEÑOR:
18
A Jerusalén, y a las ciudades de Judá, y a sus reyes, y a sus príncipes, para que yo los pusiese en soledad, en escarnio, y en silbo, y en maldición, como este día;
19
a Faraón rey de Egipto, y a sus siervos, a sus príncipes, y a todo su pueblo;
20
y a toda la mezcla de gente , y a todos los reyes de tierra de Uz, y a todos los reyes de la tierra de Palestina, y a Ascalón, y a Gaza, y a Ecrón, y al residuo de Asdod;
21
a Edom, y a Moab, y a los hijos de Amón;