2 El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.
3 Aumentando la gente, no aumentaste la alegría. Se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan cuando reparten despojos.
4 Porque tú quebraste su pesado yugo, y la vara de su hombro, y el cetro de su opresor, como en el día de Madián.
5 Porque toda batalla de quien pelea es con estruendo, y con revolcamiento de vestidura en sangre; mas ésta será con quema, y tragamiento de fuego.
6 Porque niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado es asentado sobre su hombro. Y se llamará El Admirable, El Consejero, El Dios, El Fuerte, El Padre Eterno, El Príncipe de Paz.
7 La multitud del señorío, y la paz, no tendrán término sobre el trono de David, y sobre su Reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo del SEÑOR de los ejércitos hará esto.
8 El Señor envió palabra a Jacob, y cayó en Israel.
9 Y la sabrá el pueblo, todo él, Efraín y los moradores de Samaria, que con soberbia y con altivez de corazón dicen:
10 Los ladrillos cayeron, mas edificaremos de cantería; cortaron los higos silvestres, mas en su lugar pondremos cedros.
11 Mas el SEÑOR ensalzará los enemigos de Rezín contra él, y juntará sus enemigos;
12 por delante los sirios, y por las espaldas los filisteos; y con toda la boca se tragarán a Israel. Ni con todo eso cesará su furor, antes todavía su mano está extendida.
13 Mas el pueblo no se convirtió al que lo hería, ni buscaron al SEÑOR de los ejércitos.
14 Y el SEÑOR cortará de Israel cabeza y cola, ramo y caña en un mismo día.
15 El viejo y venerable de rostro es la cabeza; el profeta que enseña mentira, éste es cola.
16 Porque los gobernadores de este pueblo son engañadores; y sus gobernados, perdidos.
17 Por tanto, el Señor no tomará contentamiento en sus jóvenes, ni de sus huérfanos y viudas tendrá misericordia; porque todos son falsos y malignos, y toda boca habla despropósitos. Con todo esto no cesará su furor, antes todavía su mano está extendida.
18 Porque la maldad se encendió como fuego, cardos y espinas devorará; y se encenderá en lo espeso de la breña, y fueron alzados como humo.
19 Por la ira del SEÑOR de los ejércitos se oscureció la tierra, y será el pueblo como tragamiento del fuego; el hombre no tendrá piedad de su hermano.
20 Cada uno hurtará a la mano derecha, y tendrá hambre; y comerá a la izquierda, y no se saciará; cada cual comerá la carne de su brazo;
21 Manasés a Efraín, y Efraín a Manasés, y ambos contra Judá. Ni con todo esto cesará su furor, antes todavía su mano está extendida.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Isaías 9:2 El pueblo que andaba en tinieblas ha visto gran luz; a los que habitaban en tierra de sombra de muerte, la luz ha resplandecido sobre ellos.

English Standard Version ESV

Isaiah 9:2 The people who walked in darkness have seen a great light; those who dwelt in a land of deep darkness, on them has light shined.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Isaías 9:2 El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos

King James Version KJV

Isaiah 9:2 The people that walked in darkness have seen a great light: they that dwell in the land of the shadow of death, upon them hath the light shined.

New King James Version NKJV

Isaiah 9:2 The people who walked in darkness Have seen a great light; Those who dwelt in the land of the shadow of death, Upon them a light has shined.

Nueva Traducción Viviente NTV

Isaías 9:2 El pueblo que camina en oscuridad
verá una gran luz.
Para aquellos que viven en una tierra de densa oscuridad,
brillará una luz.

Nueva Versión Internacional NVI

Isaías 9:2 El pueblo que andaba en la oscuridadha visto una gran luz;sobre los que vivían en densas tinieblasla luz ha resplandecido.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Isaías 9:2 El pueblo que andaba en tinieblas vió gran luz: los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.

Herramientas de Estudio para Isaías 9:2-21