25
¿Y a qué, me haréis semejante, para que me comparéis? Dice el Santo.
26
Levantad en alto vuestros ojos y mirad quién creó estas cosas: él saca por cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará por la multitud de sus fuerzas, y por la fortaleza de su fuerza.
27
¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú , Israel: Mi camino está escondido del SEÑOR, y de mi Dios pasó mi juicio?
28
¿No has sabido? ¿No has oído que el Dios del siglo es el SEÑOR, el cual creó los términos de la tierra? No se trabaja, ni se fatiga con cansancio; y su entendimiento no hay quien lo alcance.
29
El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
30
Los jóvenes se fatigan, y se cansan; los niños flaquean y caen;
31
pero los que esperan al SEÑOR tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas, como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.