11
Pues si la perfección era por el sacerdocio levítico (porque bajo él recibió el pueblo la Ley) ¿qué necesidad había aún de que se levantase otro sacerdote según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón?
12
Pues traspasado el sacerdocio, necesario es que se haga también traspasamiento de la Ley.
13
Porque aquel del cual esto se dice, de otra tribu es, de la cual nadie presidió el altar.
14
Porque manifiesto es que el Señor nuestro nació de la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio.
15
Y aún más manifiesto es, si se levanta otro Sacerdote que sea semejante a Melquisedec;
16
el cual no es hecho conforme a la ley del mandamiento carnal, sino por virtud de vida indisoluble;
17
porque el testimonio es de esta manera: Que tú eres Sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.
18
El mandamiento precedente, cierto queda abolido por su flaqueza e inutilidad;
19
porque nada perfeccionó la ley, sino la introducción de una mejor esperanza (por la cual nos acercamos a Dios.)
20
Y tanto más en cuanto no es sin juramento,
21
porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes; mas éste, con juramento por el que le dijo: Juró el Señor, y no se arrepentirá, que Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.