23
y a la Congregación de la Iglesia de los Primogénitos que están tomados por lista en los cielos, y a Dios el Juez de todos, y a los espíritus de los justos ya perfectos,
24
y a Jesús el Mediador del Nuevo Testamento; y a la sangre del esparcimiento que habla mejor que la de Abel.
25
Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que hablaba en la tierra, mucho menos escaparemos nosotros, si desecháramos al que habla desde los cielos.
26
La voz del cual entonces conmovió la tierra; mas ahora ha denunciado, diciendo: Aún una vez, y yo conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.
27
Y lo que dice: Aún una vez, declara el quitamiento de las cosas movibles, como de cosas hechizas, para que queden las que son firmes.
28
Así que, tomando el Reino inmóvil, retengamos la gracia por la cual sirvamos a Dios, agradándole con temor y reverencia.
29
Porque nuestro Dios es fuego consumidor.