19
Entonces abrió Dios sus ojos, y vio una fuente de agua; y fue, y llenó el odre de agua, y dio de beber al muchacho.
20
Y fue Dios con el muchacho; y creció, y habitó en el desierto, y fue tirador de arco.
21
Y habitó en el desierto de Parán; y su madre le tomó mujer de la tierra de Egipto.
22
Y aconteció en aquel mismo tiempo que habló Abimelec, y Ficol, príncipe de su ejército, a Abraham diciendo: Dios es contigo en todo cuanto haces.
23
Ahora pues, júrame aquí por Dios, que no faltarás a mí, ni a mi hijo, ni a mi nieto; sino que conforme a la misericordia que yo hice contigo, harás tú conmigo y con la tierra donde has peregrinado.
24
Y respondió Abraham: Yo juraré.
25
Y Abraham reprendió a Abimelec a causa de un pozo de agua, que los siervos de Abimelec le habían quitado.
26
Y respondió Abimelec: No sé quién haya hecho esto, ni tampoco tú me lo hiciste saber, ni yo lo he oído hasta hoy.
27
Y tomó Abraham ovejas y vacas, y dio a Abimelec; e hicieron ambos alianza.
28
Y puso Abraham siete corderas del rebaño aparte.
29
Y dijo Abimelec a Abraham: ¿Qué significan esas siete corderas que has puesto aparte?