4
al lugar del altar que había hecho allí antes; e invocó allí Abram el nombre del SEÑOR.
5
Y asimismo Lot, que andaba con Abram, tenía ovejas, y vacas, y tiendas.
6
De tal manera que la tierra no los sufría para morar juntos; porque su hacienda era mucha, y no pudieron habitar juntos.
7
Y hubo contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot; y el cananeo y el ferezeo habitaban entonces en la tierra.
8
Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora altercado entre mí y ti, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos.
9
¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si tú fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo a la izquierda.
10
Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, antes que destruyese el SEÑOR a Sodoma, y a Gomorra, como un huerto del SEÑOR, como la tierra de Egipto entrando en Zoar.
11
Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot al oriente, y se apartaron el uno del otro.
12
Abram se asentó en la tierra de Canaán, y Lot se asentó en las ciudades de la llanura, y puso sus tiendas hasta Sodoma.
13
Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores para con el SEÑOR en gran manera.
14
Y el SEÑOR dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde tú estás hacia el aquilón, y al mediodía, y al oriente y al occidente;
15
porque toda la tierra que tú ves, la daré a ti y a tu simiente para siempre.
16
Y pondré tu simiente como el polvo de la tierra; que si alguno podrá contar el polvo de la tierra, también tu simiente será contada.
17
Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la tengo de dar.
18
Y asentó Abram su tienda, y vino, y moró en el alcornocal de Mamre, que es en Hebrón, y edificó allí altar al SEÑOR.