6
Porque en el Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión; sino la fe que obra por la caridad.
7
Vosotros corríais bien, ¿quién os embarazó para no obedecer a la verdad?
8
Esta persuasión no es de aquel que os llama.
9
Un poco de levadura leuda toda la masa.
10
Yo confío de vosotros en el Señor, que ninguna otra cosa sentiréis; mas el que os inquieta, llevará el juicio, quienquiera que él sea.
11
Y yo, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué padezco persecución todavía? Pues que quitado es el escándalo del madero.
12
Deseo que fuesen también cortados los que os inquietan.
13
Porque vosotros, hermanos, a libertad habéis sido llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión a la carne, sino servíos por la caridad los unos a los otros.
14
Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amaras a tu projimo como a ti mismo.
15
Y si os mordéis y os coméis los unos a los otros, mirad que también no os consumáis los unos a los otros.
16
Digo pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.